Sacerdotes
y psicólogos se han mirado durante mucho tiempo con recelo, casi como
adversarios. Pero empiezan a derribarse los muros, conscientes unos y otros de
que para entender al ser humano no es posible ignorar la dimensión psicológica
ni la social. La psiquiatra Maribel Rodríguez lo ve de esta manera: «Es
necesario que los sacerdotes sepan de psicología y los psicólogos de religión»,
afirma la directora de la Cátedra Edith Stein de la Universidad de la Mística.
El
Papa ha roto un tabú al reconocer, en una reciente entrevista en un libro
publicado en Francia, que, hace años, acudió a la consulta de una
psicoanalista. Pero perviven todavía actitudes como la que denuncia un
sacerdote ha sufrido una depresión: «Se nos estigmatiza y no se nos ayuda. Todo
lo contrario, se convierte en un chisme entre el clero»